Este mes

ESTE MES QUE INICIAMOS...


SERÉ FELIZ: Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada. Agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala.


TRATARÉ DE AJUSTARME A LA VIDA. Aceptaré al mundo como es, y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que me desagrade, no me mortificaré ni me lamentaré, agradeceré que haya sucedido, porque así me puso a prueba mi voluntad de ser feliz. Seré dueño(a) de mis nervios, de mis sentimientos, de mis impulsos. Para triunfar tengo que tener el dominio de mi mismo.


TRABAJARÉ ALEGREMENTE, CON ENTUSIAMO Y PASIÓN. Haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Comprobaré mis pequeños triunfos. No pensaré en los fracasos.


SERÉ AGRADABLE. No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a una persona, cambiaré la crítica por elogios. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes, olvidaré los defectos y concentraré mi atención en las virtudes. Evitaré las conversaciones y discusiones desagradables.


VOY A ELIMINAR DOS PLAGAS: la prisa y la indecisión. Viviré con calma, con paciencia porque la prisa es el enemigo de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me acose, que la impaciencia me abrume. Tendré confianza en mi mismo(a). Le haré frente a todos los problemas con decisión y valentía y no dejaré ninguno para mañana.


NO TENDRÉ MIEDO. Actuaré valientemente. El futuro me pertenece. Tendré confianza de que Dios ayuda a los que luchan y trabajan.


NO ENVIDIARÉ A LOS QUE TIENEN MÁS DINERO, más belleza, o más salud que yo, contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con la de otros que sufren más.


TRATARÉ DE RESOLVER LOS PROBLEMAS DE HOY. El futuro se resuelve a sí mismo. El destino pertenece a los que luchan, hoy tendré un programa que realizar. Si algo se me queda sin hacer, no me desesperaré. Lo haré mañana.
NO PENSARÉ EN EL PASADO. No guardaré rencor con nadie. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa de mis problemas a otras personas. Comprobaré que Dios me ama y me premió con su amor.


HARÉ UN BIEN A ALGUIEN. ¿A quién?, Buscaré alguna persona para hacerlo, sin que lo descubra. Seré cortés y generoso(a). Trataré de pagar el mal con el bien. Al llegar la noche comprobaré que Dios me premió con un día de plena felicidad y que mañana... haré otro día como el de hoy.

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